domingo, 24 de enero de 2010

CARTA A UNA IGNORANTE


Haber si entiendes, en mi habitad la realidad, espacio y tiempo, se dilatan, no hay verdad o mentiras solo malas escusas, hasta el día, es solo un mal pretexto para observar, este se distorsiona con las fluctuaciones del “so”, como si homologara aquello a lo que conocemos como frio, el cual es el nombre dado a la carencia de aquello que pido de ti, tu calor. Aquella sinergia mística invisible de los cuerpos ligeros que desplaza las hojas muertas, caídas al suelo.



Que opaco es aquello que carece de luz, como yo de ti, como el inexistente movimiento de las almas a las sombras, es tan estéril como el amanecer; contrario, comienzo y crepúsculo al otro lado del horizonte, como el amanecer sin ojo alguno que se apropie de su instante.



Pero, como quejarme, las circunstancias me han vuelto lo que e dejado; “petrificar”, cual gárgola monstruosa, la roca, solo es un cascaron vacio como las palabras de los insensatos, como las palabras de los que a diario interactúan con nosotros, ¡falsedad!, Eso es la vida, una maldita falsedad, es ironizante recordar esas palabras; no creas nada de lo que te digan y solo la mitad de lo que ves, mas ahora en que la maduración de mi cognición me perturba y aleja de mis congéneres. La soledad es como lobos hambrientos de carroña, y esa carroña son los perturbantes pensamientos que giran, rotan y se trasladan en mi cabeza.



E tomado una hoja de un árbol y la e observado, ¡maldita, Mil beses maldita!, pues todo en ella es mentira, _¡no eres verde!_ nunca lo fueron, hoy se que, no solo me mentían las palabras, también lo hacían mis sentidos, cera que lo único honesto son mis sentimientos. La duda si es que tal cosa existe es ahora mi dios.



Ciento lastima y culpa, “miedo”, por que al acercarte a mi, tal vez te pisotee como un cerdo a una flor. Ya dudo de tus palabras, dudo de tu belleza, ¿habrá en ti eso que busco?....................